Renne, un residente de toda la vida de Arizona, ha luchado contra el asma desde la infancia. Crecer en una región conocida por sus vientos secos y polvorientos a menudo ha hecho que controlar su enfermedad crónica sea aún más difícil.

Desafortunadamente, casi todos los años, Renne debe pasar tiempo en el hospital, ya que su asma empeora gravemente. “No hay nada peor que la sensación de no poder respirar”, dice.

Debido a que sus síntomas pueden agravarse con rapidez, el inhalador de Renne es una parte esencial de su vida diaria. No sale de casa sin él y, debido a su uso frecuente, a menudo necesita dos inhaladores cada mes.

Pero últimamente, conseguir el medicamento que tanto necesita se ha convertido en una lucha constante. La compañía de seguros de Renne y sus gerentes de beneficios de farmacia (Pharmacy Benefit Managers, PBM) niegan o retrasan repetidamente sus solicitudes para su segundo inhalador. Sus decisiones han obligado a Renne a soportar el estrés recurrente de tener que rogar a su proveedor todos los meses. Pasa innumerables horas al teléfono explicando su afección médica e intentando justificar por qué necesita el inhalador extra para respirar.

Para Renne, el acceso a los inhaladores no significa solo controlar una enfermedad crónica, sino también sobrevivir, y cree que los PBM y las aseguradoras solo se preocupan por sus beneficios más que por su atención.

La historia de Renne es un recordatorio importante de que el Congreso necesita aprobar la reforma de los PBM. Sin su intervención, Renne tendrá que seguir rogando por los tratamientos que podrían salvarle la vida. Renne se unió a Voters for Cures porque no quiere que nadie obstaculice la posibilidad de que los pacientes accedan a los medicamentos que necesitan. Para obtener más información sobre la historia de Renne, haga clic aquí.