Perfil VFC: Olga Phillips

Olga Phillips es una trabajadora del cuidado de la salud jubilada del condado de Chatham, Carolina del Norte. Nació en San Juan, Puerto Rico, y llegó a Estados Unidos de adolescente con su madre.

Más tarde en su vida, Olga pasó más de 10 años trabajando como asistente social, trabajando específicamente con mujeres de grupos minoritarios. En este puesto, Olga vio de primera mano el poder que la innovación podría aportar a los pacientes que más lo necesitaban. Durante todo ese tiempo, pudo ayudar a miles de personas, gracias en parte a los importantes avances médicos en las industrias de la atención médica y biofarmacéuticas.

El padre de Alisa falleció debido a complicaciones de ALD a los 56 años. Cuando Justin nació con la misma afección, ella rezó por un milagro y se convirtió en defensora de la innovación científica para que su hijo no sucumbiera al mismo destino que su padre.

Después de más de 19 años controlando su afección en casa, para Justin ha sido todo un reto controlar su insuficiencia suprarrenal por sí solo durante su primer año de universidad. Sin las glándulas suprarrenales en funcionamiento, el cuerpo de Justin no puede combatir la enfermedad. Mientras Justin no esté bajo estrés, sus síntomas son manejables. Cuando sobreviene el estrés, es vital que Justin tenga acceso a medicamentos esteroideos para garantizar que sus glándulas suprarrenales funcionen correctamente.

Por desgracia, Olga también ha visto lo devastadora que puede ser la falta de innovación para los pacientes.

El año pasado, Olga perdió a su marido a causa de un cáncer cerebral después de que los médicos le dijeran que las herramientas y la tecnología actuales serían insuficientes para ayudar a su marido a recuperarse del diagnóstico. El tratamiento y la investigación del cáncer cerebral se complican por la barrera hematoencefálica, diseñada para impedir que las sustancias químicas de la sangre lleguen al cerebro, incluidos los tratamientos contra el cáncer. La pérdida de su marido la hizo plenamente consciente de la necesidad de seguir innovando en biofarmacia y de que, cuando haya tratamientos disponibles, los pacientes puedan acceder a ellos.

Después de la pérdida de su marido, Olga se comprometió a apoyar y proteger la innovación médica al defender una legislación que pudiera obstaculizar el desarrollo de nuevos tratamientos que salvan vidas. También se ha convertido en una defensora clave de la protección del acceso a las nuevas innovaciones, pues sabe lo importantes que pueden ser para los pacientes con diagnósticos potencialmente mortales.

Valora el trabajo que está realizando la industria biofarmacéutica para ayudar a poner fin a la pandemia de COVID-19, ya que ella misma contrajo el virus a principios de 2020 y se vacunó en cuanto pudo. Olga se siente bendecida por haber recibido su vacuna, y ahora, quiere ayudar a la industria biofarmacéutica a dejar atrás la pandemia mediante la protección de la innovación que ha hecho posible un final a la vista.

En un momento en que los nuevos avances de la industria biofarmacéutica son fundamentales, Olga se siente decepcionada por el hecho de que los legisladores del Congreso estén impulsando cambios que afectarían a la innovación médica y al acceso que ella tanto valora. El ajuste de precios por parte del gobierno tendría consecuencias negativas para la innovación biofarmacéutica y el acceso de los pacientes, y Olga se opone con firmeza a medidas que pongan en riesgo esos valores.

Como madre de tres hijos, abuela de seis y bisabuela de tres, Olga se compromete a defender la innovación continua para que las generaciones futuras puedan tener acceso a tratamientos y curas que salven aún más vidas.

Únase a Olga y actúe hoy mismo.